No se puede poner precio a la salud.
Una afirmación así puede parecer un cliché, pero los consumidores de todo el mundo parecen estar de acuerdo.
Según la encuesta Future of Wellness de McKinsey & Company, el valor del mercado mundial del bienestar ha alcanzado ya la impresionante cifra de 1.8 billones de dólares.
Aunque la preocupación por la salud no es nada nuevo, se ha intensificado en los últimos años. En 2022, McKinsey descubrió que alrededor del 50% de los consumidores estadounidenses consideraban el bienestar como una prioridad en su vida cotidiana, frente al 42% en 2020. Ahora, solo dos años después, un asombroso 82% de los estadounidenses prioriza el bienestar (87% en el Reino Unido).
Para muchos de estos consumidores, esto se reduce a lo que almacenan en sus despensas y ponen en sus platos; están dispuestos a pagar más por ello.
Pagando el Precio: Navegando por la Nutrición y Aclarando Confusiones
Aunque la gente está dispuesta a pagar más por productos que puedan beneficiar su salud y bienestar, la definición de productos “más sanos” puede ser difícil de precisar.
Una investigación global del proveedor de ingredientes Ingredion descubrió que, a pesar del actual entorno inflacionista, el 78% de los consumidores afirma que pagaría más por productos naturales y de etiquetado limpio.
En el pasado, términos como “limpio” y “natural” podían asociarse estrechamente con la idea de productos “más frescos” o “mínimamente procesados”, pero ese no es necesariamente el caso actualmente.
Los “alimentos ultraprocesados” (UPF) han tenido históricamente una reputación poco positiva, e incluso negativa, en materia de nutrición. Sin embargo, parece que la tendencia está cambiando, sobre todo entre los consumidores más jóvenes.
Una encuesta realizada en 2023 por Ayana Bio señala que dos tercios de los adultos, independientemente de la renta familiar, comerían más y pagarían más por alimentos ultraprocesados si incluyeran ingredientes más nutritivos o beneficios para la salud.
Mirando más en profundidad, los adultos Millennial y Gen Z, están mucho más interesados en probar y pagar más por UPF más saludables. En cifras reales, esto se traduce en un 84% de los jóvenes de 18 a 34 años que opinan así, en claro contraste con el 43% de los mayores de 65 años que opinan lo mismo.
Sin embargo, cuando se les preguntó por beneficios funcionales específicos, el 74% de todos los adultos afirmaron que probarían un UPF si beneficiara la función cardiovascular, la función cerebral, el sueño, la inmunidad o la energía.
Alimentos Funcionales
Estos datos se correlacionan perfectamente con la idea de nutrición específica responsable del auge de los alimentos y bebidas funcionales.
A medida que aumenta el número de consumidores preocupados por su salud, también lo hace este enfoque más matizado y adaptado a sus necesidades específicas de salud y nutrición.
Un ejemplo significativo es el creciente énfasis en la salud intestinal. Más del 80% de los consumidores del Reino Unido, Estados Unidos y China consideran que la salud intestinal es importante, y más de la mitad de los consumidores piensan darle mayor prioridad en los próximos años.
Ya sea con bióticos (pre/pro/post) o fibra, el mercado mundial de estas innovaciones centradas en el intestino está prosperando.
Ingredientes “ancestrales” como la ashwagandha, el ginseng y otros adaptógenos también están ganando popularidad por su capacidad para reducir el estrés y aumentar la energía.
Por desgracia, pagar más por estos beneficios también significa tolerarlos por su sabor.
Desmontando el Paradigma ”Insano = Sabroso”
Todos estamos familiarizados con frases como “una cuchara llena de azúcar hace que baje la medicina” o la experiencia de un enfrentamiento a la hora de comer con padres que intentan que sus hijos coman verduras u otros alimentos “sanos”.
Sin embargo, la expectativa reforzada de que las cosas que son buenas para uno pueden ser menos que agradables y la comida que es “poco saludable = sabrosa” puede que no sea toda culpa de nuestros padres.
Un estudio reciente publicado en la revista Cell Metabolism ha descubierto que comer muchos alimentos azucarados o ricos en grasas activa el sistema dopaminérgico, los centros de motivación y recompensa del cerebro. De este modo, el cerebro aprende a desear dulces y a buscar alimentos poco saludables.
Aunque puede que esto no sea nuevo para las personas que buscan la salud, sigue habiendo un nivel diferente, francamente inferior, de expectativas gustativas cuando se trata de alimentos sanos y nutritivos, aunque paguen más.
Sin embargo, no debería haber ninguna razón por la que la asequibilidad, la salud y el sabor tengan que ser mutuamente excluyentes.
Sano, Asequible y Delicioso… ¡Sí es Posible!
En Edlong, nuestro equipo internacional cree que ninguno de estos factores debería ser un obstáculo para el éxito de su producto.
Trabajamos con usted para comprender las expectativas funcionales, económicas y de sabor de sus consumidores para su producto, de modo que podamos ayudarle a satisfacerlas y superarlas.
¿Son las etiquetas “más limpias” o “más naturales” una prioridad para sus consumidores objetivo? Podemos ayudarle. Con una amplia gama de sabores lácteos naturales y sabores naturales libres de lácteos, puede dar a los compradores lo que quieren sin lo que no quieren.
Los ingredientes funcionales pueden ayudar a mejorar la salud, pero a menudo tienen un efecto negativo en el sabor. Nuestra gama de eficaces soluciones de enmascaramiento y auténticos sabores característicos puede ayudar a disimular notas molestas o combinarse con ingredientes problemáticos para un enfoque de desarrollo holístico. Gracias a los sabores, podemos potenciar o equilibrar las notas sin alterar el auténtico sabor del producto.
Los sabores también pueden ayudarle a optimizar su formulación y reducir potencialmente sus costes. Desde la reducción de commodities hasta soluciones de sabor personalizadas, Edlong colaborará con usted para que su producto sea lo más nutritivo, delicioso y asequible posible.
Tal y como nosotros lo vemos, es posible que no pueda poner precio a la salud, pero haremos todo lo posible para ayudarle a reducir el precio de sus productos saludables.
Sobre la Autora: Emily Sheehan, Applications Manager, EMEA
¡Hola! Soy Emily Sheehan. Soy Applications Manager, EMEA en Edlong, y mi trabajo se basa en crear nuevas y emocionantes posibilidades para nuestra gente y nuestros procesos. Es inspirador reflexionar sobre cuánto ha logrado Edlong y aún más sorprendente estar involucrado en una innovación tan reflexiva. Disfrutamos traspasando los límites de la comida y el sabor, y damos la bienvenida a todos en la industria de alimentos para que se unan a nosotros. Si necesita experiencia o inspiración, ¡me encantaría colaborar y ayudarle a diseñar soluciones de sabor que resuenen con los consumidores!
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